Me acordaba y me hacia mucha gracia una anécdota que le pasó a uno de mis nietos cuando estaba mas chiquito.
Con gran sorpresa en el colegio, abre su mochila y se encuentra $5000, llega a la casa y cuenta muy feliz.
Mi nieto; “papá mira alguien dejó esta plata en mi mochila”
El papá le contesta; “pero como ¿quien va a hacer eso?”
Mi nieto; es como magia, me aparecieron así … no se como.
El papá “ese tipo de magia solo la hace Mandrake el mago y se ríe.
Mi nieto; “no se, pero la voy a guardar o talvez alguien se equivoco de mochila”
Pasan los días, mi nieto muy intrigado y contento a la vez porque nadie reclamaba el dinero habla con su papá y le propone “¿que pasa si me gasto este dinero en algo que me gusta?
El papá contesta; no será que te han mandado a comprar y se te quedo el vuelto ahí.
Mi nieto; “no hace mucho tiempo que no me mandan a comprar, e insiste me la puedo dejar, di que si por favor papá.
El papá ya un poco aburrido del tema acepto y dijo bueno ya úsala.
Feliz se gasto ese dinero caído del cielo, y pasaron unos días mas y la mamá le pregunta; ¿hijo, que dijo la tía del furgón escolar cuando le entregaste los $5000 de saldo que le debía? Mi nieto según me cuentan se puso azul rojo amarillo y ahí recién se acordó para que era ese dinero que se había gastado.
Hoy lo bautizaron como Mandrake el mago que hace aparecer dinero.
Todos nos hemos reído, $5000 no es tanto dinero pero si mucho para un niño.
Esta anécdota quedara en el recuerdo como tantas otras que protagonizaron mis hijos de chicos.